viernes, 5 de octubre de 2007

(sin titulo)

Esa delgada, plateada y costosa navaja suiza amenazaba con irrumpir en la piel del cuello de Adrian. Rafael la empuñaba con tal pasión que lo llevaba casi a un orgasmo emocional y le decía que por fin el camino para estar con Gustavo iba a estar dispuesto para el.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Fotografía

El encuentro con Adrian fue realmente lento, como una fotografía tomada en el momento justo. Fue una tarde muy cálida, no caliente, de esos climas en los que uno se siente a gusto de estar parado justo en ese sitio y no en otro. Ese día Gustavo se lo había tomado libre y quería disfrutarlo completamente solo. También había decidido apagar su celular porque Rafael lo llamo toda la tarde desde que se entero que iba a estar libre. Estaba sentado en una de las banquitas del centro comercial Chipichape con una revista alemana sobre diseño en una mano y un Lucky Strike en la otra. Era exquisita aquella foto de un apartamento loft en el centro Berlín, totalmente blanco con un pequeño sillón color terracota. Alguien se sentó al lado de Gustavo, estaba tan sumergido en aquella fotografía que no le presto atención. De pronto, cuando empezaba a aterrizar de su viaje por Alemania, directo en el Bonilla Aragón, Gustavo empezó a escuchar tarareada la misma canción que escucho el día que se tomo una cerveza con Adrian en aquel bar de barrio nueve años atrás. Sentado a su lado estaba Adrian, mirándolo fijamente, con esa misma mirada que había visto el día que Gustavo tomo el avión hacia Italia. Los momentos fueron eternos, Gustavo se demoro mucho en analizar lo que sucedió. Lo miro, solo lo podía mirar, no era capaz de hablar, no creía que el fuera el.
- Este mundo es muy pequeño ¿no? – Dijo Adrian
Gustavo siguió en silencio. Pensó en todo el tiempo que había esperado por este momento y cuando realmente estaba sucediendo no pudo decir nada. Un largo abrazo y una lágrima en la mejilla de Gustavo fue lo único que se pudo ver en ese cuadro. Lo abrazo como tratando que ese momento se adhiriera a el por siempre. Gustavo sintió que el tiempo se detuvo, que la espera se había terminado. Por fin tenía a su amigo, a su confidente al lado suyo. Nunca pensó que este encuentro seria tan repentino, realmente nunca pensó que pasaría.

Otra sinopsis

Gustavo, un hombre aparentemente homosexual esta viviendo en Cali después de haber salido de su casa por problemas con su padre. Ahora, después de mucho estudiar, es un personaje muy reconocido por su excelente trabajo como diseñador de interiores. En su trabajo conoce a Rafael un muchacho que tampoco tiene definida su sexualidad. Con el tiempo, Rafael se enamora en secreto de Gustavo. Gustavo ha logrado reencontrarse con su mejor amigo, Adrian. Rafael esta muy celoso de Adrian sin saber que el es solamente el mejor amigo de Gustavo. Una gran pelea ocurre con estos tres hombres en donde Rafael esta a punto de matar a Adrian… Pero la tinta y la inspiración se acaban, Brunella aun no sabe como terminar su historia.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Todo comenzo...

Un muchacho flaco y con cara de aburrido va caminando por las solitarias calles de un barrio de Bogotá completamente solo. Se llama Gustavo y acaba de huir de una fiesta de su colegio donde sus “amigo” lo habían estado molestando toda la noche. Mientras sigue caminando llega a la puerta de un pequeño bar de barrio, entra y se sienta en la barra, todavía no sabe por que entro. Esta a punto de pedir una cerveza cuando recuerda que no tiene un solo peso en el bolsillo. Se dispone a retirarse del bar cuando el bartman se le acerca y le entrega una cerveza. Un hombre sentado al otro lado de la barra se la ha enviado. Cuando esta por terminar la cerveza este hombre se le acerca y comienza a hablar con el.
- Como te llamas?
- Gustavo…
- Hola Gustavo, me llamo Adrian… parece que te hubiera pasado algo horrible… tienes una cara…
- Si, estaba en una rumba del colegio, pero me mame de la guevonada de mis amigos conmigo y me salí.
- Y por que te estaban molestando?
- Esos hijue… esos desgraciados me dicen marica todo el tiempo…
(…)

Sinopsis

Gustavo, un hombre aparentemente homosexual esta viviendo en Cali después de haber salido de su casa por problemas con su padre que nunca lo acepto. Ahora, después de mucho estudiar, es un personaje muy reconocido por su excelente trabajo como diseñador de interiores. En su trabajo conoce a Rafael un muchacho que tampoco tiene definida su sexualidad. Con el tiempo, Rafael se enamora en secreto de Gustavo. Gustavo ha logrado reencontrarse con su mejor amigo, Adrian. Gustavo también conoce a un mujer muy especial de la que sin querer se a enamorado. Rafael esta muy celoso de Adrian sin saber que el es solamente el mejor amigo de Gustavo. Luego de muchos conflictos, Rafael termina internado en un hospital siquiátrico luego de haber tratado de matar a Adrian, Adrian se cura de las heridas que le propino Rafael y regresa a Canadá donde había estado todo este tiempo y Gustavo y la que ahora es su esposa viven en la casa de el con su madre Iris.

Entre cigarrillos, whiskey y buena música... ¿Es el?

Rafael, amigo de Gustavo del trabajo, lo ha invitado a pasar la noche en un bar de ambiente de la ciudad. Rafa es un tipo muy sano, no fuma, no bebe. Tiene unos 21 años, recién graduado de la universidad. Alto, cabello castaño claro y ojos verdes. Siempre impecable para vestir. Aun vive aun con sus padres y todavía no ha definido su sexualidad, por eso su apego a Gustavo. Rafa encuentra en Gustavo un amigo, un “modelo a seguir”. Hoy tiene puesto un jean marca Diesel, una camisa manga larga Hollister, blanca de rayas azules, zapatos cafés, esta peinado muy impecablemente y huele a MontBlanc.
Gustavo se asoma por la pequeña ventana de su casa. Esta en la sala, tibia y acogedora, sentado en un suave sillón de tela estampada color carmesí. Hoy se arreglo de una manera tan impecable como la de Rafael. Tiene puesto unos jeans Levis, una camisa blanca manga larga de Arturo Calle, unos zapatos elegantes color negro y su típica boina café, huele igual que Rafael, claro, el se la regalo. Ve que Rafa ha llegado en el carro rojo deportivo marca Chevrolet que le regalo su padre por el grado de la Universidad. Gustavo toma las llaves de su casa, se fija que la billetera este en su bolsillo trasero con todo lo necesario, se levanta del sillón, apaga su cigarrillo y camina hacia la puerta de su casa. Se dirige hacia donde esta parqueado el auto de Rafael, se toca los brazos, parece que esta haciendo un poco de frio. Le hace señas a Rafa de que ya vuelve. Regresa a la casa, abre y se adentra hasta su cuarto, allí, una cama blanca tendida impecablemente y un armario de pino, predominan por su pureza y por su aroma dentro del cuarto. Lo abre y saca un buzo verde delgado que lo podrá proteger un poco del frio, Gustavo es bastante delicado a los cambios de temperatura y en este momento, con tanto trabajo, no se puede dar el lujo de contraer un resfriado. Vuelve a salir y llega donde Rafa. Dentro del carro, que todavía huele a nuevo, esta sonando “Corazón Parti’o” de Alejandro Sanz, es realmente cálido allí adentro, - Extraño que en Cali este haciendo tanto frió – Comenta Gustavo mientras saluda a Rafa con un delicado beso en la mejilla. Comenzaron su camino hacia el bar comentando uno que otro asuntillo del trabajo por las desocupadas calles de Cali a las 10:00 p.m. de los sábados. Gustavo le cuenta como fue el encuentro con su madre, Iris, como ella no quería salir de aquella casita de Bogotá, fría y despreciable, pero cuando le dijeron que su esposo quería que ella tomara vacaciones accedió a irse con Gustavo.
Han llegado al sitio acordado, sigue haciendo frió, son como las 10:30 p.m. y el sitio ya esta bastante lleno. Gente, en especial hombres, al parecer todos de buena clase, se agolpan a la entrada. Logran entran a uno de los salones VIP. El dueño del sitio, Ramiro, es primo de Rafael y les tiene reservado el mejor lugar del bar para ellos y dos amigos de la universidad de Rafa que deben estar por llegar. Este pequeño sitio esta completamente adornado con objetos blancos, rojos y negros. Un ambiente cálido, paredes, techo y paredes blancas. Cuadros en los que prevalece el rojo, los sillones eran negros y la mesa de centro era bajita y en cristal. En el centro tenia un adorno de velas blancas y rojas, dos ceniceros a cada lado y cuatro portavasos. Además tiene un pequeño balcón que da vista hacia la pista de baile donde ya hay varias personas bailando un tema de típico de aquellos sitios.
Luego de una media hora llegan Víctor y Daniel, los amigos de Rafa. Víctor es un tipo gordo, pero con unos ojos que enamorarían a cualquier mujer, o a cualquier hombre, que se deje sumergir en ellos, piel blanca, cabello castaño muy corto y una pinta muy parecida a la de los dos que ya estaban en el bar. Daniel por el contrario es extremadamente flaco, cabello largo cogido en una cola de caballo, un gran artista plástico que ya esta haciendo su primera exposición en la ciudad, “la conciencia y sus escondites” se llama y ha tenido mucha aceptación por parte del público joven de la ciudad. Víctor, Daniel y Gustavo piden una botella de Chivas Regal y tres vasos con hielo, Rafa pide un coctel sin alcohol, una mezcla de cítricos y soda.
Gustavo prende el primer cigarrillo de la noche y Rafael nuevamente pregunta por la madre de Gustavo, le parece muy interesante ese tema y quiere que sus amigos lo conozcan:
- Fue bastante incomodo volver a ese lugar, comente Gustavo. Hacia muchos años no había vuelto por ese lado por la repulsión que sentía mi padre hacia mí. Mi primera impresión cuando entre fue ese olor dulzón de la loción de mi mamá, me traía mucho recuerdos de cuando era pequeño, pero también me hacia sentir cierto miedo el recuerdo de mi padre y su impresionante rechazo hacia mi. Ella estaba sentada en la sala, callada, mirando incesantemente hacia la sala donde mantenía sentado mi papá. Mi tío, Darío, me llevo hasta ese lugar y me comento que mi mamá no esta muy bien anímicamente, ella no había querido aceptar la muerte de mi papá, para ella el todavía estaba vivo, sentado en su sillón de siempre, ella estaba casi que esperando a que el la llamara.
Y así siguió el relato de lo que había empezado a suceder unos seis meses atrás.
Luego Víctor les conto como había descubierto que era homosexual, tenia siete meses de matrimonio cuando se dio cuenta que le gustaban los hombres:
- Mi mujer casi se muere, pero luego de un tiempo lo acepto. Ahora somos muy buenos amigo, nosotros tenemos un hijo de cuatro meses y ella ha sido muy compresiva conmigo, incluso ella me presento al que ahora es mi novio, se llama Andrés, es un tipo lo mas de bien parecido y buena gente, hoy esta en Bogotá por unos problemas de trabajo, cuanto me gustaría que estuviera aquí.
La noche los llevo por relatos de sus vidas y experiencias que era muy agradable para todos, historias muy interesantes.
Un rato después, como en el quinto cigarrillo, Gustavo se paro en el balcón a ver todas las personas bailar.
De pronto, entre esa multitud sudorosa que se movía al ritmo de la música, Gustavo vio una cara familiar, ¿era el?, ¡ES EL! - ¡ADRIAN! – grito. Aquel hombre que hace tantos años se había perdido, aquel gran hombre que había cambiado completamente su vida. Gustavo comenzó a gritar infructuosamente porque la música no dejaba oír nada más allá de sus labios. Volteo rápidamente sin darse cuenta que había tumbado el cenicero y su vaso con whiskey. Corrió rápidamente escaleras abajo y alcanzo a divisar al otro lado de la pista a Adrian, estaba saliendo del establecimiento. Como pudo, Gustavo se apretujo entre la gente para lograr llegar a la puerta del sitio. Se paro en la puerta del bar, miro a la izquierda, miro a la derecha, nada. Otra vez había desaparecido.

sábado, 25 de agosto de 2007